Fase atribuida a Alain.
Tras muchos años de experiencia dirigiendo proyectos, uno puede preguntarse cuáles son los motivos más habituales por lo que se producen retrasos y desviaciones en las fechas de entrega. Sin duda son muchos los elementos que pueden intervenir en estas desviaciones y es difícil identificar un único factor, sin embargo, hay una circunstancia que observamos una y otra vez: el retraso en el inicio del proyecto.
Seguramente en la esperanza que ese "pequeño retraso" se recuperará en el transcurso del proyecto hace que en general no se muestre mucha preocupación por el retraso en el inicio del proyecto. Sin embargo, es muy complicado que los proyectos realmente puedan recuperar el tiempo perdido al inicio y normalmente arrastrarán este retraso hasta la finalización del proyecto.
Las causas más habituales que hacen que los proyectos no empiecen en la fecha prevista o con el ritmo y velocidad adecuado son muy variados, entre ellos nos encontramos casos como:
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Los recursos están bloqueados por otros proyectos o actividades. En ocasiones los miembros del equipo tienen que terminar otros proyectos que acumulan retrasos por los que no están disponibles en la fecha prevista de inicio del proyecto. Cuando estos recursos son clave el problema puede ser muy grave, pero incluso los miembros menos relevantes del proyecto, si no están disponibles cuando son necesarios, pueden provocar importantes desajustes en la planificación. Es muy importante confirmar que se van a poder disponer de los recursos necesarios a tiempo para el inicio del proyecto.
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La autorización para el inicio del proyecto se pospone por cualquier motivo, desde la falta de disponibilidad para que se reúna la dirección o el comité que autoriza el gasto, bien por ser necesario firmar el contrato con el cliente o todavía hay algún aspecto de una negociación que no se ha cerrado definitivamente. Este bloqueo puede llegar a ser absoluto y, aunque se nos diga que no nos preocupemos, que la autorización llegará en breve, lo cierto es que el plan de proyecto se ve muy afectado por esta circunstancia.
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La falta de documentos o contratos con proveedores u otras tareas administrativas necesarias para el proyecto. Las tareas administrativas tienen tendencia a complicarse, a que intervengan nuevas personas o departamentos que desconocen la importancia de disponer de estos documentos para el inicio del proyecto y que provocan importantes retrasos. Los contratos, permisos y cualquier otra tarea administrativa que pueda bloquear el inicio del proyecto debe gestionarse con el tiempo necesario para conseguir iniciar el proyecto de forma diligente.
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Las tareas de inicio del proyecto están poco definidas, disponiendo de una planificación nada detallada. Es importante diferenciar la fase de planificación de la ejecución y de esta forma el inicio del proyecto hacerse con paso firme y las ideas claras sobre todo lo que hay que hacer, cuándo y con qué recursos.
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El equipo empieza el proyecto con muy poca energía y con bajo rendimiento. La lejanía de las fechas de entrega hace que el equipo no muestre el empuje necesario. Por ello es importante marcar hitos desde etapas tempranas del proyecto. De poco sirve hacer un gran esfuerzo al final del proyecto, es importante mantener un ritmo constante y ser eficientes desde el primer día.
El inicio del proyecto es un factor muy importante del éxito y tenemos que ser capaces de transmitir esta importancia a la dirección, lo clientes, proveedores y el conjunto de los intervinientes. Hay que ser diligente desde el principio. Convocar una reunión de inicio del proyecto suele ser una buena idea para alinear a todos con los objetivos y para marcar con claridad la asignación de los recursos al proyecto. Hay que asegurarse de disponer de todos los recursos, permisos, contratos y la planificación necesaria para empezar el proyecto en la fecha marcada y con el ritmo necesario. Como dice un refrán: “lo que bien empieza bien acaba”.
¿Cuál es tu experiencia con el inicio de los proyecto? Comparte con nosotros tu punto de vista.