En el post “ámbito de la tecnología - tipología de sistemas” se describe el proceso de catalogación y ponderación las áreas clave del negocio y por tanto, desde un punto de vista de TI. Así estarán definidos los sistemas que serán objeto de mayor atención.
Para diseñar una adecuada estrategia de sistemas de información es preciso concretar un poco más y expresar para cada uno de ellos qué es lo realmente significativo desde un punto de vista de aportación de la tecnología, declarando los atributos que se deben potenciar en estos sistemas y cuales serán las medidas que los graduarán. Algunos de estos podrían ser:
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Estabilidad. Aplica generalmente a los entornos transaccionales, las operaciones.
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Adaptación, capacidad de evolución. Ser capaces de obtener soluciones muy específicas.
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Coste. Buena relación entre las prestaciones y el TCO[1] (coste total de propiedad).
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Bueno en la extracción de información.
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Seguro ante intrusiones.
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Capacidad de proceso / escalable.
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Extensible entre empresas del grupo.
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Lamentablemente la mayor parte de estas deseables opciones son excluyentes entre sí. Para proponer una estrategia coherente y realizable, unos conceptos deben prevalecer sobre otros a través de una contundente priorización. De lo contrario no será posible destacar los atributos vitales de cada sistema y, tarde o temprano, resultarán frustrantes.
De nuevo, la contribución al negocio debe verse reflejada en las anteriores reflexiones primando, cuando así lo exprese la estrategia de negocio, los aspectos de coste sobre los de diferenciación o viceversa.
En resumen, las dos piezas clave en declaración de una estrategia de sistemas de información son la definición del ámbito de la tecnología, en el que cada una de las actividades de la organización debe estar categorizada por la propia naturaleza de su actividad y, en segundo lugar, de la mano del análisis de competencias de la tecnología, la asignación de los atributos que se consideren básicos para lograr una coherencia con los criterios de diferenciación marcados por el negocio.
Una vez establecidos estos principios, no deberían alterarse en el transcurso de la aplicación de la estrategia de sistemas de información aun cuando aparentemente sea factible transgredirlos a un coste razonable.
[1] TCO: Total Cost of Ownership. Representa la suma de costes de un sistema, las inversiones que iniciales que requiere, mantenimiento de licencias, mantenimiento técnico, coste de evolución, etc. En contraposición al simple análisis de inversión que frecuentemente representa una parte menor del coste total.