Gestionar un proyecto es algo bastante complicado y requiere una formación específica y completa para poderse llevar a cabo con ciertas garantías. No es posible abordar la complejidad de la gestión de proyectos sin la formación adecuada. Casi todos, en mayor o menor medida, han gestionado pequeños proyectos de la vida diaria, pero gestionar un proyecto de forma profesional requiere de una gran cantidad de técnicas, conocimientos y habilidades en los que es necesario formarse.

Vamos a seguir los cuatro pasos de la formación aplicados a la gestión de proyectos:

Inconscientemente incompetente

Estos jefes de proyecto no conocen las técnicas básicas de gestión del proyecto, pero no son conscientes de su falta de formación. Son sin duda el más peligroso de los tipos de jefes de proyecto. En muchas ocasiones son arrogantes y creen saber cómo actuar, cuando en la práctica desconocen los más básicos rudimentos de la profesión. Si no son conscientes de su ignorancia es muy difícil que puedan avanzar en su formación.

Conscientemente incompetente

Son jefes de proyecto conscientes de sus limitaciones y en general dudan de cualquier paso que deben dar. Al menos son conscientes de sus carencias y por ello están en disposición de buscar la formación que necesitan. Como jefes de proyecto no son muy operativos, pero tienen la base para poder avanzar en su formación: “saben que no saben”.

Conscientemente competente

En cuanto la formación se recibe y todavía no se dispone de la experiencia suficiente, el jefe de proyecto debe acudir a sus conocimientos teóricos para saber que tiene que hacer en cada fase y proceso del proyecto. Ciertamente la formación no es suficiente para saber responder a todas las circunstancias, pero siempre será mejor alguien con formación y sin experiencia que alguien sin formación al frente del proyecto. La experiencia llegará con la práctica y gracias a los conocimientos adquiridos se podrá avanzar de forma firme.

Inconscientemente competente

Con el tiempo y la experiencia los jefes de proyecto tienden a interiorizar los conocimientos adquiridos convirtiendo las técnicas y procedimientos de la gestión de proyectos en actos casi reflejos. En este momento los jefes de proyecto son capaces de tomar decisiones acertadas con gran rapidez. Ha sido su formación junto con su experiencia los que les han llevado a esta agilidad de reflejos. Incluso estos jefes de proyecto requieren actualizar sus conocimientos y deben ser conscientes de sus limitaciones y mantener una activa actualización de sus conocimientos

Tendemos a pensar que la formación es un proceso caro, pero mucho más caro es gestionar un proyecto sin la formación adecuada.

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